Esta es una meditación sanadora, se centra en el Útero, por sí sola es capaz de ayudar, de acompañar en muchos procesos de sanación. Papiloma, cáncer, histerectomía, reglas dolorosas, fertilidad, abortos un sinfín de etc.
No hay un órgano más temido y a su vez más mágico que el útero, todos nos hemos creado ahí, todos venimos del útero de nuestra madre. Los sabios le llaman el santo glial que da la vida.
Esta meditación te reconecta con la magia de ser mujer y por lo tanto de tener el don de dar vida a través del útero. Los hombres no tenemos útero físico, pero sí podemos reconectarnos a través de la meditación al de nuestra madre tierra, útero en el que todos nacemos y renacemos.
Reconectar con tu Yin tu aspecto femenino para un hombre es abrirse a abrazas tu totalidad más allá de tu género. Una experiencia transformadora.
Para ti mujer, que llevas en tu vientre la copa del glial, te reconectará con la reina de reyes, abrirás tus alas de poder creador. Reconciliarte con la mujer que eres, es la llave para disfrutar de una vida larga y llena de placer.
En primer lugar, para acompañar en el camino a la sanación a todas las mujeres que lo necesitan: Papiloma, cáncer, histerectomía, reglas dolorosas, fertilidad, sexualidad, pero también falta de amor propio. Ansiedad, miedos, fobias, depresión, pensamiento suicida y un largo etc.
La vida es un todo, la mujer es la puerta de la vida, todo influye en el útero y él influye en todo. Esta recomendada para todas las mujeres que quieran sanarse física, emocionalmente, espiritualmente y conseguir volver a ser Mujer.
No hay nada más mágico que el útero ese lugar donde la vida toma cuerpo. Es el templo donde el espíritu toma carne y nace. Reconectarte con esa realidad despierta la conexión con lo divino, formas parte de un todo llamado vida.
Abrirte a una experiencia mística, dejarte llevar y sentir. Las meditaciones guiadas tienen su propia vibración y frecuencia, ella te toma en bazos y te transporta. Por muchas veces que la hagas siempre será diferente, siempre conectaras con lo que necesitas en ese momento. La meditación te guía tu solo necesitas dejarte llevar y, viajar con ella al interior de tu útero, de tus memorias, de tus impactos, ella hace el resto. Hacer sin hacer, sanar dejándose llevar tal es la magia de las meditaciones y esta es una de las más poderosas.
Sanar, sanar y sanar ¿hay un beneficio más importante? Reconectar con la mujer, con el placer, con la vida. El útero crea vida por lo tanto vuelves a conectar con la creadora de mundos que llevas dentro.
Te devuelve al lugar que es el tuyo, a la reina de reyes, a desplegar tus alas y disfrutar de tu cuerpo de mujer creado para el placer de dar vida. Sanar físicamente es lo más importante, pero una sanación completa solo es posible si liberamos los traumas, las creencias que impactaron en nuestro útero y, generaron la enfermedad.
La meditación es un complemento perfecto a cualquier tratamiento, te acompaña moderando los efectos secundarios de los medicamentos y potenciando sus beneficios.
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